martes, 30 de julio de 2013

Taller y Charlas sobre Educación Afectivo Sexual para Jóvenes



Educación Afectivo Sexual para Jóvenes


Desde aquí tratamos de contactar con centros, organismos y organizaciones que deseen desarrollar estos talleres en sus instalaciones. Dichos talleres tienen varias modalidades:


- Acción directa con Jóvenes de 14 a 30 años: Talleres destinados a la acción directa con la población objetivo.

- Formación de Padres y Madres: Talleres formativos para padres y madres


La duración y destinatarios de los talleres es relativamente flexible, adaptándonos a cada necesidad concreta. A continuación detallamos los contenidos de los talleres:


Objetivo principal del programa


Educar y sensibilizar a adolescentes / jóvenes, para que puedan tener una vivencia sexual saludable y placentera, basada en una comunicación positiva, en la tolerancia y el respeto; y para que puedan disfrutar de una sexualidad responsable, exenta de prácticas de riesgo.

Contenidos


· Sexualidad positiva: conceptos y concepciones

· Estrategias de comunicación: habilidades interpersonales

· Deconstrucción de mitos sexuales

· Tolerancia, respeto y relaciones de igualdad

· Orientación sexual: diversidad sexual

. Género

· Actitudes de responsabilidad en las relaciones sexuales para evitar situaciones de riesgo:

· Métodos anticonceptivos

· Infecciones transmisión sexual

. Educación emocional en la adlolescencia.

. Cómo evitar el chantaje emocional.


Metodología


Formato charla-taller con dinámicas de grupo. Exposición didáctica, desde una perspectiva constructivista, con participación activa de los/las jóvenes.



En el caso de estar interesados o interesadas, rogamos se pongan en contacto con nosotros en la dirección de correo y teléfono indicados más abajo. Agradeciendo el interés, les saluda atentamente:

reche2@yahoo.es

655090215

Migual Ángel Reche, Psicólogo y Formador, experto en educación afectivo-sexual.

martes, 2 de julio de 2013

Descubrí lo que es bueno para mí.


El pato y la gata

-¿Cómo es que usted se inició en la vida espiritual? –preguntó uno de los discípulos al maestro Sufi Shams Tabrizi.
-Mi madre decía que yo no estaba lo suficientemente loco como para internarme en un hospicio, ni era lo suficientemente santo para entrar en un monasterio –respondió Tabrizi.
–Entonces decidí dedicarme al sufismo, donde aprendemos a través de la meditación libre.
-¿Y cómo le explicó eso a su madre?
-Con la siguiente fábula: alguien le acercó un patito a una gata para que la gata lo tomara a su cargo. Este seguía a su madre adoptiva por todas partes, hasta que un día, ambos llegaron frente a un lago. Inmediatamente el patito entró en el agua, mientras que la gata, desde la orilla, gritaba: “¡Sal de ahí! ¡Te vas a morir ahogado!” Y el patito respondió: “No, madre, descubrí lo que es bueno para mí, y esto es que estoy en mi ambiente. Voy a continuar aquí, aunque tú no sepas lo que significa un lago.”

martes, 4 de junio de 2013

Educación Afectivo-Sexual

Educación Afectivo-Sexual

 
La sexualidad es, según la OMS, “una energía que nos impulsa a buscar afecto, contacto, placer, ternura e intimidad…, influye en nuestros pensamientos, sentimientos, acciones e interacciones y por tanto está relacionada con nuestra salud física y mental”.
 
Educacion afectivo_sexual
 
Hablar de sexualidad es hablar de autoestima, de afectos, de placer, de igualdad de hombres y mujeres, de respeto a las diferentes orientaciones sexuales… y también de relaciones sexuales, de embarazo y anticoncepción, de prevención de infecciones de transmisión sexual… Nos acompaña desde el nacimiento y tiene un papel esencial en el proceso de desarrollo de las personas.
La educación afectivo-sexual puede ser definida como una actividad pedagógica, que utiliza información rigurosa, objetiva y completa a nivel biológico, psíquico y social, para formar en sexualidad. Es, además, un derecho de niños, niñas y adolescentes, que está recogido por la OMS, junto con otros derechos sexuales como la libertad, la equidad, la privacidad…, para construir una sociedad en la que hombres y mujeres puedan convivir en igualdad y sin discriminaciones. Por otro lado, en la actualidad, hay una evidencia fuerte de que los programas integrales de educación sexual con jóvenes pueden retrasar el inicio de las relaciones sexuales, disminuir la frecuencia de las mismas y el número de parejas sexuales, y/o aumentar el uso del preservativo y de otros métodos.
Rectificando a Radio Futura (Autor: Enol Durán Gutiérrez, 4º ESO del I.E.S. de Sotrondio)
En este marco, se plantea el Programa de Educación Afectivo-Sexual para Asturias, en el año 2001, impulsado por el Gobierno del Principado de Asturias, con el objetivo de lograr que las personas disfruten de una vida afectivo-sexual placentera y saludable. Dentro de este iniciativa, se han desarrollado las siguientes intervenciones:
Ni ogros ni princesas

Educación Afectivo-Sexual en al ámbito escolar

En la actualidad, hay dos programas que abordan la educación afectivo-sexual en las escuelas de Asturias: son Yo cuento, tú pintas, ella suma… en educación primaria, y Ni ogros ni princesas, en secundaria.
Educación sexual con la familia

Educación sexual con las familias

Las familias tienen un importante papel en la educación sexual de sus hijos e hijas, como figuras de referencia en valores, creencias y actitudes en torno a la sexualidad, desde una perspectiva integral y según los diferentes momentos de la vida.
Programa de Educación sexual con asociaciones

lunes, 6 de mayo de 2013

EDUCACIÓN SEXUAL

EDUCACIÓN SEXUAL


Tradicionalmente se ha considerado la educación sexual desde el punto de vista de evitar los defectos dañinos de la sexualidad: los embarazos no deseados y las enfermedades sexuales. Una educación sexual eficaz permite que las personas, decidan cuando, como y con quien el sexo les resulta grato.
 
No conduce a unas actividades sexuales indiscriminadas, sino a relaciones responsables y satisfactorias.

La gente necesita aprender que la sexualidad puede ser algo positivo y que puede enriquecer la vida y que no es, forzosamente una fuente de ansiedad y de culpabilidad.

Los padres debemos tener en cuenta que el sexo es para el niño y el adolescente algo muy interesante, un niño/a que no obtiene de los padres información que satisfaga su curiosidad la buscará en otra parte, la cual suele estar teñida de clandestinidad . Se ha comprobado cómo las informaciones paternas así como el cultivo de actitudes de responsabilidad y respeto, no conllevan a un aumento o precocidad de las relaciones sexuales sino al contrario.

La educación sexual del niño puede abordarse sin riesgo a equivocarse, contestando a todas sus preguntas sobre el tema de una forma puntual, simple y veraz, pero la educación sexual debe de comenzar antes de las preguntas.

Los niños comienzan a preguntar sobre temas relacionados con el sexo hacia los 2-3 años, los padres deben aprovechar este periodo porque aumenta la confianza de los hijos para obtener información de sus padres.

A partir de los 6 años disminuye la curiosidad por el sexo en los niños/as, suele aparecer la pregunta de como entró el niño en barriga de la madre, y esta es la pregunta que más suele embarazar a los padres, se debe de contestar de una forma precisa, simple y sin ocultar la participación masculina y el carácter agradable de esta participación.

A los adolescentes les preocupan los cambios corporales, la variabilidad de sus sentimientos y muchos aspectos concretos como posibilidad de embarazo, menstruación, anticonceptivos, enf. sexuales, tamaño de los genitales y otras. Las contestaciones fisiológicas son menos embarazosas. Las preguntas de carácter sentimental y de usos sociales son siempre las más peliagudas.

El embarazo y las enf. sexuales constituyen el principal miedo de los padres con respecto al sexo de sus hijos adolescentes y es lo que hace que se prohíban las manifestaciones sexuales.

El miedo puede evitar unos problemas pero conduce a otros, por el contrario el conocimiento por parte de los adolescentes siempre produce mayor capacidad de tomar decisiones.

Consejos a los adolescentes para mejorar o mantener una buena salud sexual adulta serían:

- Responsabilizarse de sus relaciones sexuales.

- Respetar la privacidad sexual.

- No utilizar nunca la fuerza.

- El acoso sexual no es una broma. La violación un delito.

- Ser considerado con los demás.

- Respetar la palabra "no"

- Evitar situaciones difíciles, tomar precauciones (Compañías, alcohol, drogas, etc.).

- Hablar abiertamente del tema sexual.

- Haz con los demás lo que te gustaría que hiciesen contigo.

domingo, 17 de marzo de 2013

Cuando educar en relación con la sexulidad y afectos.



Consideramos que la educación afectiva y sexual debería estar integrada en los diferentes currículos,
pues ¿no es la literatura la puesta en palabras de emociones y sentimientos?, ¿no expresaron los filósofos sus concepciones sobre las mujeres de su época y sobre las mujeres -la mujer- en general? ¿No hablamos del cuerpo humano en biología?, etc.

Ahora bien, siendo toda esta siembra importante por materias, sin embargo, sólo existe por voluntades individuales. Por ello, a medio plazo, es necesario el esfuerzo –uno más– de grupos de profesorado que dediquen algunas sesiones a cuestiones específicas de afectividad y sexualidad. A largo plazo, sería deseable que en el contenido de las materias se contemplase como tema transversal la afectividad y la sexualidad.

En muchos centros asturianos, se desarrolla el Proyecto de Educación Afectivo-Sexual desde las tutorías.
Estos nuevos materiales estarían pensados para ese espacio y ese tiempo, pero, también, para una
profesora o un profesor en solitario o varios que lo quieran hacer conjuntamente en un número determinado de grupos. Son 12 sesiones para cada curso de la ESO, convenientemente secuenciadas, más una inicial de dinámica de grupos.

lunes, 11 de marzo de 2013

Igualdad entre chicas y chicos II



En el estudio anterior nos informa de la contradicción entre creencia y actitud: chicas que abiertamente se posicionaban en torno a la igualdad y que, sin embargo, no sabían ver la sumisión en las relaciones con su pareja.

 En nuestro país disponemos de dos estadísticas, una de la Comunidad de Madrid del año 2000 y otra
de la Universidad de Salamanca del 2004 (realizada por Ramos, Fuertes y De La Orden). En ambas,
aunque ya suponíamos la existencia del fenómeno, no dejan de sorprendernos los altos porcentajes que resultan de la situación de las chicas que han mantenido relaciones sexuales bajo coerción. En el primer estudio, un 37% de mujeres afirma haber estado implicadas en alguna situación de relación sexual coercitiva por parte de un varón conocido. En el segundo caso, realizado entre estudiantes universitarias y de secundaria, con una media de edad de 19,7 años, arroja la cifra de un 42,7 % de mujeres que ha padecido coerción por parte de algún conocido y, de éstas, un 67,64, en más de una ocasión. La coacción padecida por las chicas va desde la continua insistencia y presión verbal, la incitación al consumo de alcohol y drogas hasta la violencia física, cuya cifra, teniendo en cuenta la gravedad del asunto, tampoco es despreciable: 6,7%.

En la encuesta se registran y cruzan datos sobre la edad, tipo de relación sexual –besos, caricias,
coito…– tipo de coerción –presión verbal, incitación al consumo de drogas o fuerza física– y creencias en torno a los estereotipos de género, la sexualidad y la coerción sexual. La mayor parte de los casos implican contactos sexuales no coitales y estrategias coercitivas sin violencia física, al igual que en estudios de otros países. En estos casos, estas jóvenes no tienen creencias estereotipadas, excepto creer que las mujeres deben ofrecer cierta resistencia ante los avances sexuales de los varones, al menos en un principio. Sí que en los otros tipos de coerción las mujeres aceptan en mayor medida creencias estereotipadas respecto a las relaciones entre varones y mujeres.

En la relación entre haber padecido coerción y la creencia de que el no es un ingrediente de la seducción, hemos de distinguir entre decir no a cualquier tipo de relación sexual con alguien, decir no a una determinada relación sexual o decir no a continuar una relación. Las mismas jóvenes y adolescentes del estudio que se han visto implicadas en casos de coerción consideran que las mujeres pierden derecho a decir no una vez que se han superado ciertos límites en una relación, es decir, entienden que la relación una vez iniciada ha de completarse, interpretando completarse como realizar el coito.

Tal como señalan los autores de ese ilustrativo estudio, estamos ante un problema social, sexual, podemos precisar, y máxime cuando las encuestadas son jóvenes universitarias o de enseñanza secundaria, es decir, con un cierto grado de formación académica, que, sin embargo, no las libra de ser víctimas de la presión, chantaje o violencia física. Es de suponer que si la encuesta tuviese lugar en sectores de similar edad no escolarizados las cifras serían más descorazonadoras.

Igualdad entre chicas y chicos



Aunque las leyes de nuestro país contemplan de una manera explícita la igualdad entre varones y mujeres, sin embargo su implantación práctica requiere tiempo y esfuerzo añadidos, pues todavía podemos ver, tanto en el mundo escolar como fuera de él, conductas que denotan la pervivencia del sexismo. La mayoría de las veces estos comportamientos son producto de nuestros automatismos conductuales que, en gran medida, son prerreflexivos y pueden, incluso, estar en contradicción con nuestras creencias, ya que el campo emocional, que es a la vez individual y social, es el lugar de resistencia, a veces inconsciente, a las transformaciones sociales.



Un ejemplo claro de los diferentes mensajes que reciben chicas y chicos respecto a los afectos y a la
sexualidad lo tenemos en los medios de comunicación: en las revistas dirigidas a jóvenes. Las dirigidas a las chicas cuentan con abundantes títulos que en sus ejemplares reúnen temas de moda y consejos sobre amor y sexo, mientras que para los chicos los temas estrella son de motor y videojuegos, con lo que se reproduce el estereotipo mencionado más arriba de que los asuntos amorosos y sexuales son más responsabilidad de chicas que de chicos.


La psicóloga norteamericana Kathy Miriam manifiesta que la cultura de masas ha hipersexualizado el
cuerpo de las muchachas cada vez más jóvenes a través de la imagen, la cosmética y la cirugía, y que
la mayor actividad sexual de las jóvenes coexiste con coerción sexual. Apoya esta última afirmación en resultados de entrevistas a jóvenes universitarias que, a pesar de su creencia en la igualdad de los sexos, no calificaban ni siquiera como abuso relaciones sexuales que describían como humillantes y en las que no faltaba en algunos casos el uso de la fuerza física y en las que las conductas de una relación heterosexual
–movimientos y ruidos– tienen más que ver con cálculos mentales de lo que les agrada a los varones
que con expresiones espontáneas de lo que a ellas les gusta. De ahí que concluya que hay un cambio
en la cantidad de las relaciones sexuales más que en la calidad. No hay un incremento de la libertad de las mujeres, sino diferentes formas de negociar la sumisión, concluye Miriam.


Dirigir y educar con Inteligencia Emocional




Dirigir y educar con Inteligencia Emocional

“El intelecto busca, pero es el corazón quien halla”
George Sand



La sociedad actual, sociedad de la información y del conocimiento, se caracteriza por la complejidad del mundo industrial y tecnológico, y por una tendencia a la mundialización económica y cultural. Por ello, exige el uso de todas nuestras capacidades y de nuevas competencias personales, sociales y profesionales para poder conseguir un desempeño efectivo y afrontar los continuos cambios que se nos imponen. Sin embargo, en muchos casos, las herramientas que utilizamos para lograr estos objetivos no son las más adecuadas y solo conducen a la frustración, la ansiedad o al estrés, que nos hace comportarnos de una manera inadecuada tanto con nosotros como con los demás, creando un círculo vicioso que por desgracia transmitimos a nuestros hijos y alumnos.
Quizás, uno de los motivos por los que esto sucede tiene que ver con la poca atención que tanto padres como educadores prestan a la dimensión emocional de los niños, dimensión que debe ser educada para que las emociones y los sentimientos que tan importantes son en nuestra vida, se conviertan en aliados y no en enemigos.

Hace unos años la UNESCO publicó el

Informe Delors, donde se hace referencia a los cambios de estilos de vida que vive el mundo contemporáneo, se analizan las tensiones que ello provoca y plantea soluciones y alternativas para la educación del siglo XXI.

Tras recomendar cómo debemos superar estas tensiones, el informe dice textualmente:


"Eso que proponemos supone trascender la visión puramente instrumental de la educación considerada como la vía necesaria para obtener resultados (dinero, carreras, etc.) y supone cambiar para considerar la función que tiene en su globalidad la educación: la realización de la persona, que toda entera debe aprender a ser "



. A continuación el informe explica los cuatro pilares de la educación, en los que se hace clara referencia al mundo emocional:

Aprender a conocer, lo que equivale a dominar los instrumentos del conocimiento. Pero asegura que los métodos que deben ser utilizados para conocer deben favorecer el placer de comprender y descubrir, es decir, factores emocionales unidos al aprendizaje que lo potencian y lo hacen estimulante.
Aprender a hacer, lo que implica adquirir una formación para poder desempeñar un trabajo y
a la vez una serie de competencias personales, como trabajar en grupo, tomar decisiones, crear sinergias, etc. Estas son competencias que forman parte de la I.E. (inteligencia emocional) como veremos más adelante.



Aprender a convivir y trabajar en proyectos comunes. Este es uno de los retos para este siglo, donde la convivencia entre personas diferentes nos obliga a descubrir lo que tenemos

en común y a comprender que todos somos interdependientes. Pero para descubrir al otro antes tenemos que descubrirnos a nosotros mismos. Otra vez el informe hace referencia a competencias propias de la inteligencia emocional, como el autoconocimiento, la empatía y la destreza social.
Aprender a ser, refiriéndose al desarrollo total y máximo posible de cada persona, a su
proceso de autorrealización que diría Maslow. Esta referencia a la educación integral, por sí
sola justificaría la necesidad de educar con inteligencia emocional.

El informe destaca asimismo el papel de las emociones haciendo hincapié en la necesidad de
educar la dimensión emocional del ser humano junto a su dimensión cognitiva, tarea en la que se ha
centrado tradicionalmente el entorno educativo..

Es preciso reconocer, como nos dice
Goleman, que todos tenemos dos mentes: una que
piensa y otra que siente, pero ¿acaso razón y emoción se oponen? Ahora sabemos que no, que son
dos formas fundamentales de conocimiento que interactúan para construir nuestra vida mental.
Ambas mentes tienen que ser atendidas en toda situación de la vida, no debe haber predominio ni
oposición, y en todo momento se debe buscar su equilibrio, ya que los sentimientos sonindispensables para la toma racional de decisiones, porque nos orientan en la dirección adecuada para sacar el mejor provecho a las posibilidades que nos ofrece la fría lógica. Por lo tanto, ambos componentes de la mente aportan recursos sinérgicos: el uno sin el otro resultan incompletos e ineficaces.

Afortunadamente la era de la información se está abriendo a un nuevo sistema de valores en
que el corazón se une a la mente para trabajar juntos por el bienestar de la persona.

Todos hemos comprobado que, cuando aparecen problemas importantes en la vida,
determinadas habilidades son las que nos ayudan a solucionarlos, es nuestra madurez emocional la
que nos suele guiar cuando nos tenemos que enfrentar a situaciones difíciles o tareas muy
importantes. Sin embargo, la educación continúa esforzándose por desarrollar la mayor cantidad de
contenidos de las áreas cognitivas, no prestando suficiente atención al desarrollo de las habilidades
emocionales del alumnado.

Hace 2200 años
Platón decía: ”La disposición emocional del alumno determina su habilidad para aprender”.
 


Pues bien, si el desarrollo intelectual de nuestros alumnos nos preocupa y hacemos lo
posible por mejorar su nivel de aprendizaje, conviene recordar que, aún cuando el intelecto puede
estar excelentemente desarrollado, el sistema de control emocional puede no estar maduro y en ocasiones logra sabotear los logros de una persona altamente inteligente. La emoción es más fuerte que el pensamiento, incluso puede llegar a anularlo. Seguramente recordamos algún momento donde esto nos ha sucedido.

Entonces podemos preguntarnos: ¿Qué estamos haciendo para desarrollar las habilidades de
madurez emocional de nuestros alumnos que les permitirán potenciar su formación académica y
elevar su nivel de aptitud social y emocional?

Pero ¿a qué nos referimos cuando hablamos de inteligencia emocional?
Habitualmente estamos acostumbrados a relacionar la inteligencia con la capacidad de
raciocinio lógico, con las competencias que componen el cociente intelectual como son la capacidad
de análisis, comprensión, retención, resolución de problemas de índole cognitivo, etc... Sin embargo,
en el mundo empresarial se está empezando a tener en cuenta y a valorar más la denominada
"inteligencia emocional", que determina cómo nos manejamos con nosotros mismos y con los demás.

El término surge de la siguiente manera.En 1983
Howard Gardner desarrolló el modelo de Inteligencias Múltiples, donde proponía una
nueva visión de la inteligencia como una capacidad múltiple, como un abanico de capacidades
intelectuales, reconociendo que existen otros tipos de inteligencia aparte de la cognitiva. De los ocho
tipos de inteligencias que definió
Gardner, dos de ellas, denominadas inteligencia intrapersonal einteligencia interpersonal llamaron la atención de Peter Salovey y John Mayer, psicólogos de dos prestigiosas universidades americanas, los cuales definieron sus competencias, presentándolas bajoel término “Inteligencia Emocional”.

Esta expresión, por lo tanto, fue acuñada por estos dos psicólogos en 1990.

Salovey y Mayer la describían como


"una forma de inteligencia social que implica la habilidad para dirigir los propios
sentimientos y emociones y los de los demás, saber discriminar entre ellos, y usar esta información
para guiar el pensamiento y la propia acción".



Sin embargo, ha sido a raíz de la publicación en 1995
del libro de
Daniel Goleman, "La inteligencia emocional", cuando ha recibido mucha más atención en
los medios de comunicación y en el mundo educativo y empresarial.
La inteligencia emocional es por lo tanto un conjunto de destrezas, actitudes, habilidades y
competencias que determinan la conducta de un individuo, sus reacciones, estados mentales, etc., y
que puede definirse, según el propio
Goleman, como la capacidad de reconocer nuestros propios
sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones.

Definimos las competencias de las que hablaremos a continuación como un conjunto de
conocimientos, capacidades, cualidades y comportamientos que contribuyen al éxito en un puesto
de trabajo o en la ejecución de una determinada tarea.



Este término incluye como dije anteriormente, dos tipos de inteligencias, según el concepto
de Inteligencias Múltiples de
Howard Gardner, la Inteligencia Personal que está compuesta a su
vez por una serie de competencias que determinan el modo en que nos relacionamos con nosotros
mismos. Esta inteligencia comprende tres componentes:


Conciencia en uno mismo: es la capacidad de reconocer y entender en uno mismo las
propias fortalezas, debilidades, estados de ánimo, emociones e impulsos, así como el efecto
que éstos tienen sobre los demás y sobre el trabajo.

Autorregulación o control de sí mismo: es la habilidad de controlar nuestras propias
emociones e impulsos para adecuarlos a un objetivo, de responsabilizarse de los propios actos,
de pensar antes de actuar y de evitar los juicios prematuros.

Automotivación: es la habilidad de estar en un estado de continua búsqueda y persistencia en
la consecución de los objetivos, haciendo frente a los problemas y encontrando soluciones.
Y la


Inteligencia Interpersonal cuyas competencias tienen que ver con el manejo social efectivo, la
capacidad de relacionarse con quienes nos rodean y de crear una red de relaciones interpersonales
sanas. Comprende los siguientes componentes:

 

Empatía: es la habilidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de los
demás, poniéndose en su lugar, y responder correctamente a sus reacciones emocionales.

Destreza social: es el talento en el manejo de las relaciones con los demás, en saber persuadir
e influenciar a los demás.

Estas cinco competencias son muy útiles para cuatro áreas fundamentales de nuestra vida:
 
1. Propenden a nuestro
bienestar psicológico, base para el desarrollo armónico y
equilibrado de nuestra personalidad.

2. Contribuyen a nuestra
buena salud física, moderando o eliminando patrones y/o hábitos
psicosomáticos dañinos o destructivos, y previniendo enfermedades producidas por
desequilibrios emocionales permanentes (angustia, miedo, ansiedad, ira, irritabilidad,etc.).

3. Favorecen nuestro
entusiasmo y motivación. Gran parte de nuestra motivación en
distintas áreas de la vida está basada en estímulos emocionales.

4. Permiten un
mejor desarrollo de nuestras relaciones con las personas, en el área
familiar-afectiva, social y laboral-profesional.

Recientemente Daniel Goleman sobre la base de las últimas investigaciones realizadas ha
propuesto un nuevo modelo donde se reducen a cuatro las dimensiones de la inteligencia
emocional: conciencia de uno mismo, autogestión, competencia social y gestión de las relaciones.

Mas adelante hablaremos de ellas con más profundidad.
Conviene señalar que estas competencias no son cualidades innatas, sino habilidades
aprendidas, cada una de las cuales aporta una herramienta básica para potenciar la eficacia .La
carencia de las aptitudes anteriores se denomina actualmente
analfabetismo emocional.
Fuente:
 
Begoña ibarrola L. De Davalillo Ponencia del VII Congreso de Educación y Gestión

miércoles, 6 de marzo de 2013

AUTOESTIMA, SEXUALIDAD Y JOVENES



La autoestima es una característica del ser humano que le acompaña a lo largo de toda su vida. Podríamos definirla como lo que pensamos de nosotros mismos respecto a las propias capacidades para conseguir lo que nos proponemos. Depende de las relaciones que desde la infancia se establecen en la familia, en la escuela y con las amistades.

La consecuencia de la poca autoestima es la vergüenza, es decir, tenemos vergüenza cuando nos parece que nuestros fines no merecen la pena o nos consideramos incapaces de alcanzarlos debido a un defecto propio. Vergüenza y autoestima forman un círculo vicioso, pues quien se avergüenza se siente inferior y de alguna manera disminuido. La vergüenza siempre es ante otros y nos hace perder la confianza en nosotros mismos y valorar cada vez menos lo que nos gusta, lo que queremos y las posibilidades que tenemos de lograrlo. La vergüenza conduce al aislamiento social, infierno donde lo haya en toda etapa del ser humano, pero más aún en la adolescencia, pues la relación con los iguales ocupa el primer valor y son escasos los mecanismos de compensación y, los pocos que tienen, como puede ser el éxito en los estudios, no suelen ser valorados por sus iguales.

Esta situación de baja autoestima y vergüenza va acompañada en algunas ocasiones de falta de habilidades sociales que provocan problemas de convivencia, en la mayoría de las ocasiones por parte de los chicos, que esconden sus carencias en la falta de respeto y la indisciplina.

El profesorado tenemos como obligación potenciar la autoestima de nuestro alumnado resaltando sus
buenas cualidades y animándoles a desarrollarlas, pues un taller de autoestima seguido de una clase
en la que no seamos capaces de encontrar nada positivo en el alumnado quedaría cuando menos
incongruente, pudiendo llegar a lo ridículo. Nadie puede tener una mínima autoestima si no es estimado en alguna medida, pues ésta descansa en el reconocimiento de los demás. No podemos olvidar, asimismo, que la autoestima debe desarrollarse al tiempo que nuestra capacidad de respeto y valoración de las demás personas, alejándonos, entonces, del egocentrismo y la prepotencia.

Ahora bien, no debemos perder de vista que las capacidades y metas siguen estando cruzadas por los
estereotipos de género. Hay expectativas y cualidades que se ajustan más a “modelo chica” y las que
se ajustan más a “modelo chico”. Debemos estar alertas para que las chicas no se estimen más por
determinadas capacidades y se ajusten a determinadas expectativas y los chicos a otras. Esto implica
no atribuir al azar o a la naturaleza comportamientos e intereses del alumnado que están marcados por los estereotipos sociales.

En el caso de la vergüenza que comentábamos más arriba, diversos estudios como el de Michael Lewis, nos confirman la existencia de dos mundos de autoestima: el de las chicas y el de los chicos y por extensión el de las mujeres y varones. Las chicas se autoinculpan más de los fallos y, por tanto, caen con más frecuencia en el sentimiento de vergüenza, mientras que los éxitos los atribuyen más al azar y a sucesos externos y, por ende, dejan pasar más las ocasiones de sentirse orgullosas. Mientras, en los chicos es a la inversa: atribuyen al azar y a las circunstancias externas los fracasos y a su valía los éxitos.

Respecto a qué produce vergüenza en chicos y chicas, también el estudio que comentamos nos muestra diferencias según el sexo: los chicos sienten vergüenza por fallos en el trabajo, en los deportes o relacionados con la potencia sexual que se supone deben demostrar, mientras que las chicas lo hacen con asuntos relativos al atractivo físico o a las relaciones personales.

La sexualidad humana está vinculada a los afectos


La sexualidad humana está vinculada a los afectos. Afectos y sexualidad nos acompañan a lo largo de
toda la vida y en la adolescencia se constituyen en uno de los centros de preocupación, ya que es la
etapa en la que las relaciones elegidas entre quienes comparten edad, centro de estudios, barrio,
actividades deportivas, etc., empiezan a configurarse como importantes y van ganando terreno a las que tienen lugar en la familia.

Para definir nuestro modelo de educación afectivo sexual, utilizamos el que Félix López, llama modelo biográfico, basado en la libertad personal, sin obviar la participación de la sociedad de la que la escuela forma parte, y que propugna valores como la ética del consentimiento, la igualdad entre los sexos, la lealtad interpersonal, el placer compartido, la responsabilidad compartida, la autonomía emocional y la igualdad de las distintas orientaciones sexuales.

Sabido es que los afectos son importantes en la vida de todos, tanto de chicas como de chicos, pero
que aún pervive la idea de que las cuestiones relativas a afectos y sentimientos son más propias de las
chicas que de los chicos, juzgándose en ellas como “natural” lo que en ellos se valora como “debilidad”, esto es, el dedicar tiempo de preocupaciones y conversaciones a asuntos afectivos.

Esta diferente percepción tiene su origen en los estereotipos de género que todavía perviven con fuerza en nuestra sociedad. Nuestro reto es, siguiendo a María José Urruzola, que tanto las alumnas como los alumnos adquieran las capacidades básicas para su desarrollo humano: la autonomía personal, la capacidad de ser responsables del propio proyecto de vida, el desarrollo de la afectividad, la capacidad de comunicación, la inteligencia, la creatividad, la actividad y la eficiencia. Específicamente, el logro de la utonomía personal y emocional de las chicas y que los chicos desarrollen la ética del cuidado, la expresión emocional y la empatía para la convivencia.

A lo largo de esta guía destacamos tres aspectos importantes en la formación de la afectividad y la
sexualidad: la autoestima, la igualdad entre chicas y chicos y la igualdad entre las diferentes orientaciones sexuales. Es por ello por lo que consideramos que estos tres aspectos, a los que, por otra parte, les dedicamos sesiones específicas, deben estar presentes a lo largo de todo el desarrollo del programa.

Vamos ahora a hacer algunas consideraciones generales respecto a cada uno de ellos, aunque sólo de
una manera analítica podemos considerarlos separadamente, pues los tres guardan estrechas relaciones entre sí, ¿cómo no va a estar erosionada la autoestima de alguien que, por ejemplo, es objeto de burla por su aspecto físico o por su real o supuesta orientación sexual?

miércoles, 27 de febrero de 2013

AFECTOS, CUERPO, SENTIMIENTOS, DESEOS, MOCIONES,…



AFECTOS, CUERPO, SENTIMIENTOS, DESEOS, MOCIONES,…



RELACIONES EN IGUALDAD.



Todas las personas, somos sexuadas, tenemos un cuerpo sexuado que nos permite pensar, entender, expresar, comunicar, disfrutar, sentir y hacer sentir. La sexualidad es la forma en la que cada cual expresa, comunica, siente, intima, da y recibe placer con la palabra y los cinco sentidos de su cuerpo sexuado. La sexualidad es, por lo tanto, algo más que una dimensión de la persona: es algo que somos. De ahí que favorecer el desarrollo sano y placentero de la sexualidad sea favorecer el desarrollo integral de una persona.

La educación afectiva y sexual, por lo tanto, representa un aspecto de gran importancia en la formación integral de niñas y niños.

La necesidad física y afectiva de tocarnos, de darnos placer y de intimidad nos acompaña desde que nacemos hasta que morimos. Pero las personas tenemos distintas sensibilidades y no nos gustan las mismas expresiones de afecto; por eso es necesario adquirir la capacidad para escuchar y escucharnos, reconocer qué queremos y qué no queremos, qué nos gusta y qué no nos gusta, hacer y disfrutar como queremos y sentimos sin hacer ni hacernos daño.

Las niñas, niños, adolescentes y jóvenes tienen derecho a una educación rigurosa, objetiva y completa a nivel biológico, psíquico y social, entendiendo la sexualidad como comunicación humana y fuente de salud, placer y afectividad.

Si pretendemos construir una sociedad en la que mujeres y hombres podamos convivir en igualdad y sin discriminaciones, así como lograr unas relaciones personales comunicativas, placenteras, igualitarias, responsables y libres, tenemos que proporcionar al alumnado una educación afectiva y sexual de calidad, pues la ausencia de ésta no sólo infl uirá en el desarrollo personal sino que también impedirá transformar las bases sociales para favorecer la construcción de una sociedad más igualitaria.

La educación sexual, como hemos dicho, nos ayuda a crecer como personas, pero si nos centramos sólo en lo biológico estaremos negando la posibilidad de construir una personalidad sana y de modifi car aquellas ideas que, en muchos casos, están cargadas de prejuicios y estereotipos sexistas.


lunes, 25 de febrero de 2013

Educación Afectivo Sexual para Jóvenes



Educación Afectivo Sexual para Jóvenes


Desde aquí tratamos de contactar con centros, organismos y organizaciones que deseen desarrollar estos talleres en sus instalaciones. Dichos talleres tienen varias modalidades:


- Acción directa con Jóvenes de 14 a 30 años: Talleres destinados a la acción directa con la población objetivo.

- Formación de Padres y Madres: Talleres formativos para padres y madres


La duración y destinatarios de los talleres es relativamente flexible, adaptándonos a cada necesidad concreta. A continuación detallamos los contenidos de los talleres:


Objetivo principal del programa


Educar y sensibilizar a adolescentes / jóvenes, para que puedan tener una vivencia sexual saludable y placentera, basada en una comunicación positiva, en la tolerancia y el respeto; y para que puedan disfrutar de una sexualidad responsable, exenta de prácticas de riesgo.

Contenidos


· Sexualidad positiva: conceptos y concepciones

· Estrategias de comunicación: habilidades interpersonales

· Deconstrucción de mitos sexuales

· Tolerancia, respeto y relaciones de igualdad

· Orientación sexual: diversidad sexual

. Género

· Actitudes de responsabilidad en las relaciones sexuales para evitar situaciones de riesgo:

· Métodos anticonceptivos

· Infecciones transmisión sexual

. Educación emocional en la adlolescencia.

. Cómo evitar el chantaje emocional.


Metodología


Formato charla-taller con dinámicas de grupo. Exposición didáctica, desde una perspectiva constructivista, con participación activa de los/las jóvenes.


En el caso de estar interesados o interesadas, rogamos se pongan en contacto con nosotros en la dirección de correo y teléfono indicados más abajo. Agradeciendo el interés, les saluda atentamente:

reche2@yahoo.es

655090215

Migual Ángel Reche Pozo, Psicólogo y Formador, experto en educación afectivo-sexual.