EDUCACIÓN SEXUAL
Tradicionalmente se ha considerado la educación sexual desde el punto de vista de evitar los defectos dañinos de la sexualidad: los embarazos no deseados y las enfermedades sexuales. Una educación sexual eficaz permite que las personas, decidan cuando, como y con quien el sexo les resulta grato.
No conduce a unas actividades sexuales indiscriminadas, sino a relaciones responsables y satisfactorias.
La gente necesita aprender que la sexualidad puede ser algo positivo y que puede enriquecer la vida y que no es, forzosamente una fuente de ansiedad y de culpabilidad.
Los padres debemos tener en cuenta que el sexo es para el niño y el adolescente algo muy interesante, un niño/a que no obtiene de los padres información que satisfaga su curiosidad la buscará en otra parte, la cual suele estar teñida de clandestinidad . Se ha comprobado cómo las informaciones paternas así como el cultivo de actitudes de responsabilidad y respeto, no conllevan a un aumento o precocidad de las relaciones sexuales sino al contrario.
La educación sexual del niño puede abordarse sin riesgo a equivocarse, contestando a todas sus preguntas sobre el tema de una forma puntual, simple y veraz, pero la educación sexual debe de comenzar antes de las preguntas.
Los niños comienzan a preguntar sobre temas relacionados con el sexo hacia los 2-3 años, los padres deben aprovechar este periodo porque aumenta la confianza de los hijos para obtener información de sus padres.
A partir de los 6 años disminuye la curiosidad por el sexo en los niños/as, suele aparecer la pregunta de como entró el niño en barriga de la madre, y esta es la pregunta que más suele embarazar a los padres, se debe de contestar de una forma precisa, simple y sin ocultar la participación masculina y el carácter agradable de esta participación.
A los adolescentes les preocupan los cambios corporales, la variabilidad de sus sentimientos y muchos aspectos concretos como posibilidad de embarazo, menstruación, anticonceptivos, enf. sexuales, tamaño de los genitales y otras. Las contestaciones fisiológicas son menos embarazosas. Las preguntas de carácter sentimental y de usos sociales son siempre las más peliagudas.
El embarazo y las enf. sexuales constituyen el principal miedo de los padres con respecto al sexo de sus hijos adolescentes y es lo que hace que se prohíban las manifestaciones sexuales.
El miedo puede evitar unos problemas pero conduce a otros, por el contrario el conocimiento por parte de los adolescentes siempre produce mayor capacidad de tomar decisiones.
Consejos a los adolescentes para mejorar o mantener una buena salud sexual adulta serían:
- Responsabilizarse de sus relaciones sexuales.
- Respetar la privacidad sexual.
- No utilizar nunca la fuerza.
- El acoso sexual no es una broma. La violación un delito.
- Ser considerado con los demás.
- Respetar la palabra "no"
- Evitar situaciones difíciles, tomar precauciones (Compañías, alcohol, drogas, etc.).
- Hablar abiertamente del tema sexual.
- Haz con los demás lo que te gustaría que hiciesen contigo.